Hoy he visto a una paciente mía que trabaja de noche como guarda de seguridad. Hablando y hablando (como no me gusta hablar), me comenta que tiene serios problemas de sueño y que cree que ésto le hace que no pueda perder peso con facilidad o que puede que consecuencia de ésto engorde.
Ante ésto me he quedado un poco pensativa. No es la primera vez que alguien me comenta este caso. De hecho lo vivo en casa con mi padre que duerme fatal y tiene sobre peso. Valorando éste caso en concreto que me toca tan de cerca, lo primero que se me ha venido a la cabeza es que las pacientes que no duermen bien, quizás se levantan deambulando en la noche y atacan la nevera, arrasando con lo que pillen, y engullendo por ansiedad lo que encuentran en su camino. Al menos eso es lo que creo que hace mi padre cuando lo escucho de madrugada abriendo y cerrando armarios y de repente, al desyunar me faltan dos sobaos pasiegos, los yogures se han volatilizado y hay restos de migas por todas partes. Pero he descubierto indagando que no sólo es el efecto "atracón nocturno" lo que parece que ayuda a subir de peso ... parece que va más allá. Os cuento:
Además la leptina tiene una función reguladora del apetito por lo que dichas células necesitarán dormir por lo que parece para descansar con esto las ganas de comer y la sensación de apetito. Cuando leía esto pensaba: menos mal que duermo como un lirón porque si ya no puedo con la ansiedad del día que me tiene todo el día pensando en cosas suculentas, apañada estaría si por la noche no durmiera... ¿qué sería de mi despensa si nos juntáramos mi padre y yo a las 4 de la mañana, sin hablarnos con la legaña comiendo sin conciencia?? el caso...
La Universidad de Chicago hizo un estudio para ver qué pasaba con pacientes que dormían 8 horas y pacientes que dormían 4,5 horas al día. Después se les hacía un test de glucosa en sangre. Descubrieron entonces que las personas que dormían más tiempo creaban células menos sensibles a la insulina, que es la hormona que utiliza la glucosa como energía. Cuanto menos sensibles a la insulina son las células, menos leptina produces y por tanto más hambre tienes.
Es una pasada porque dicen que si reducimos en el 30% la insulina es como si envejecemos entre 10 y 20 años ya que dormimos la mitad de horas. Esto además querría decir que con terapias de sueño y durmiendo no solamente mejorarísmos de peso sino que nos mantendríamos más jóvenes.
Yo duermo genial, pero mañana os voya dar unos trucos para conciliar mejor el sueño, que hoy... estoy en el trabajo y me queda una tarde muy dura.
Un abrazo!
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